Tasa de alcoholemia

La tasa de alcoholemia representa el nivel de alcohol presente en la sangre, un indicador clave en la regulación de la seguridad vial en España. Los efectos negativos del alcohol al volante no solo implican riesgos significativos para la integridad física de las personas, sino que también pueden acarrear graves consecuencias legales.

En este artículo, desde el portal Consultame.net, te explicamos en detalle los límites permitidos de la tasa de alcoholemia en España, las infracciones que pueden derivarse de excederlos, así como las posibles sanciones administrativas y penales vinculadas. Si necesitas asesoramiento legal, contamos con abogados especializados a tu disposición.

  • Límites legales de alcoholemia: Dependiendo del país, existen límites específicos para conductores, generalmente más bajos para profesionales o noveles.
  • Pruebas de detección: Las autoridades utilizan dispositivos como alcoholímetros o análisis de sangre para medir los niveles de alcohol en el organismo.
  • Sanciones legales: Superar los límites conlleva multas, retirada de puntos del carné, suspensión del permiso de conducir o incluso pena de prisión en casos graves.
  • Factores influyentes: Peso, género, cantidad y tipo de alcohol consumido afectan directamente a la tasa de alcoholemia de cada persona.
  • Conducción bajo efectos del alcohol: Afecta reflejos, coordinación, capacidad de toma de decisiones y aumenta el riesgo de accidentes.
  • Medidas preventivas: Campañas de concienciación, controles de tráfico y alternativas como conductores designados o transporte público son esenciales para evitar infracciones y accidentes.

¿Cuál es la tasa de alcoholemia permitida en España?

Las normas sobre la tasa de alcoholemia en España están reguladas por la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Estas establecen límites máximos dependiendo del perfil del conductor:

  • Conductores experimentados: La tasa no debe superar los 0,5 gramos por litro en sangre o bien los 0,25 miligramos por litro en aire espirado.
  • Conductores noveles y profesionales: El límite se reduce a 0,3 gramos por litro en sangre o 0,15 miligramos en aire espirado.

El estricto control de la tasa de alcoholemia tiene como propósito garantizar la seguridad en las carreteras y prevenir accidentes derivados del consumo de alcohol. Superar estas cifras configura una infracción administrativa, aunque en ciertos casos puede transcender a un delito penal. A continuación, profundizaremos en esta cuestión.

¿Cuándo consumir alcohol al volante constituye un delito?

El artículo 379.2 del Código Penal establece que conducir bajo los efectos del alcohol puede ser considerado un delito, incluso cuando la tasa de alcoholemia no alcance el nivel predeterminado que constituye un delito per se.

Para que este delito sea inapelable, la normativa fija unas cifras concretas que, si se superan, siempre darán lugar a sanción penal:

  • 1,2 gramos por litro en sangre.
  • 0,60 miligramos por litro en aire espirado.

Esto implica que si un conductor tiene una tasa superior a estos valores, automáticamente estará cometiendo un delito, independientemente de otros factores.

Además, aunque no exista superación de estos niveles, la autoridad puede interpretar que el conductor está bajo la influencia del alcohol si presenta síntomas de embriaguez evidentes, situaciones que igualmente derivarán en una acusación penal. En este contexto, no se hacen distinciones entre conductores profesionales o no.

Consecuencias de exceder la tasa de alcoholemia legal

La transgresión de los límites legales de alcoholemia acarrea consecuencias que pueden ser administrativas o penales, según el nivel superado y las circunstancias del caso. En ningún caso se pueden aplicar ambos tipos de sanción a la vez, gracias al principio jurídico de non bis in idem, según el cual no es posible castigar dos veces un mismo hecho.

Sanciones administrativas

Cuando se exceden los límites permitidos sin llegar a constituir delito, las sanciones impuestas por la Dirección General de Tráfico (DGT) son las siguientes:

  • Multa económica: Entre 500 y 1.000 euros, dependiendo del nivel de alcohol detectado.
  • Puntos del carnet: Pérdida de entre 4 y 6 puntos en el permiso de conducir.

Además, la reincidencia puede derivar en medidas más severas, como la obligatoriedad de realizar cursos de reeducación vial o incluso la retirada del permiso de conducir.

Penas asociadas al delito de alcoholemia

Cuando se configura un delito por conducción bajo los efectos del alcohol, las penas incluidas en el Código Penal comprenden:

  • Prisión: De 3 a 6 meses.
  • Multa: De 6 a 12 meses.
  • Trabajos en beneficio de la comunidad: De 31 a 90 días.
  • Suspensión del permiso de conducir: Privación del derecho a conducir por un periodo que oscila entre 1 y 4 años.

Además, la condena por un delito de alcoholemia genera antecedentes penales, los cuales pueden afectar a distintos aspectos de la vida del condenado, como la obtención de trabajos o permisos. Estos no podrán cancelarse hasta transcurridos al menos dos años desde el cumplimiento de la pena, siempre que el condenado no delinca nuevamente durante ese tiempo.

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¿Cómo actuar ante un problema legal relacionado con la tasa de alcoholemia?

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