La Sociedad Limitada (SL), o también conocida como Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL), es uno de los tipos societarios más utilizados en España, especialmente por pequeñas y medianas empresas. Este modelo societario se encuentra regulado en la Ley de Sociedades de Capital (Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio), la cual establece las principales normas que rigen su constitución y funcionamiento.
La principal característica de una Sociedad Limitada es que la responsabilidad de los socios está limitada al capital aportado. Esto supone una importante protección para el patrimonio personal de los mismos, ya que no responderán con sus bienes personales de las deudas sociales.
Características de una Sociedad Limitada
La constitución y funcionamiento de una Sociedad Limitada siguen ciertas características fundamentales, reguladas en la Ley de Sociedades de Capital. A continuación, analizaremos las más representativas:
Denominación social y abreviatura
Por normativa, el nombre de la sociedad debe incluir la indicación «Sociedad Limitada» o «SL», o sus respectivas abreviaturas. Este requisito es obligatorio para su inscripción en el Registro Mercantil, conforme al artículo 6.1 de la Ley de Sociedades de Capital.
Número mínimo de socios
Las Sociedades Limitadas pueden ser constituidas tanto por una única persona (lo que se denomina una Sociedad Limitada Unipersonal) como por varios socios. Estos pueden ser tanto personas físicas como jurídicas, haciendo de esta sociedad una figura muy flexible para diferentes situaciones empresariales.
Capital social mínimo
Desde la última modificación de la Ley de Sociedades de Capital, el capital social mínimo requerido para una SL es de 1 euro. Sin embargo, cuando el capital sea inferior a 3.000 euros, deben aplicarse normas adicionales, como destinar una proporción del beneficio a reservas legales para garantizar la estabilidad financiera (artículo 4.1 de la Ley de Sociedades de Capital).
Aportaciones de los socios
Las aportaciones de los socios pueden ser de naturaleza dineraria o no dineraria (como bienes inmuebles, maquinaria o derechos de propiedad intelectual), siempre que estas últimas se puedan valorar económicamente.
Domicilio social
El domicilio social es otro de los requisitos ineludibles para la constitución de una Sociedad Limitada. Este debe estar ubicado dentro del territorio español, ya sea donde se encuentre la sede administrativa principal o donde se desarrolle la actividad económica más relevante (artículo 9 de la Ley de Sociedades de Capital).
Principales ventajas de las Sociedades Limitadas
Elegir una Sociedad Limitada como figura legal para una empresa ofrece numerosos beneficios. A continuación, repasamos los más relevantes:
- Protección del patrimonio personal: Los socios responden únicamente con el capital aportado, lo que garantiza la preservación de su patrimonio privado ante posibles deudas sociales.
- Tributación más favorable: Las SL tributan por el Impuesto de Sociedades, con un tipo fijo del 25%, a menudo más ventajoso que los tramos del IRPF que afectan a los autónomos.
- Flexibilidad en su constitución: Se permite la creación de la SL por un único socio, lo que facilita su puesta en marcha.
- Mejor imagen frente a terceros: Formar una SL puede brindar mayor confianza a posibles inversores, proveedores y clientes.
Obligaciones fiscales de una Sociedad Limitada
Una de las responsabilidades más importantes a las que debe hacer frente una SL son sus obligaciones fiscales. Entre los principales impuestos que afectan a estas sociedades están:
- Impuesto sobre Sociedades: Este tributo grava los beneficios generados por la empresa y debe ser presentado anualmente.
- Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA): Obliga a las SL a presentar las liquidaciones trimestrales derivadas de las operaciones realizadas.
- Retenciones en el IRPF: Son aplicables a los rendimientos del trabajo y actividades económicas en caso de contratar empleados o subcontratar servicios de autónomos.
- Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE): Aunque no afecta a todas las SL, entra en vigor cuando la facturación anual supera el millón de euros.
Pasos para constituir una Sociedad Limitada
El proceso de creación de una SL en España sigue varias etapas, reguladas por la Ley de Sociedades de Capital. Entre los pasos más relevantes se encuentran:
- Obtención de certificación negativa del nombre: Esto asegura que la denominación social elegida no esté registrada previamente.
- Redacción de los estatutos sociales: En ellos se reflejan las normas internas que regirán la sociedad.
- Firma de la escritura pública: La constitución de la sociedad requiere ser elevada a escritura pública ante un notario.
- Inscripción en el Registro Mercantil: Una vez inscrita, la sociedad adquiere personalidad jurídica.
- Obtención del NIF: Este número es indispensable para operar como entidad legal en España.
Órganos de gestión de una Sociedad Limitada
La gestión de una SL está estructurada en dos órganos fundamentales:
Junta General
La Junta General de una Sociedad Limitada se compone del conjunto de socios y es la encargada de tomar las decisiones más generales y estratégicas. Algunas de sus funciones principales incluyen la aprobación de cuentas anuales, la modificación de los estatutos sociales o la disolución de la sociedad.
Órgano de Administración
El órgano de administración se encarga de la gestión diaria de la sociedad. Este puede estar formado por un administrador único, administradores solidarios o mancomunados, o un consejo de administración. Los administradores son responsables de representar legalmente a la SL frente a terceros y de ejecutar las decisiones de la Junta General.
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