La prejubilación es una fórmula que permite a determinados trabajadores cesar su actividad laboral antes de la edad legal de jubilación. Este procedimiento no está regulado específicamente por una ley en España, sino que se desarrolla a través de acuerdos individuales entre el trabajador y la empresa. Si estás considerando acogerte a la prejubilación o necesitas información clara sobre cómo funciona, en este artículo resolveremos la pregunta: ¿Cuáles son los requisitos para la prejubilación? Además, desde Consultame.net, te ofrecemos la posibilidad de contactar con abogados especializados en el tema para analizar tu caso concreto.
- Edad mínima establecida: La prejubilación requiere cumplir una edad mínima, generalmente cercana a la edad legal de jubilación, aunque puede variar según el sector o convenio.
- Años de cotización: Es imprescindible haber alcanzado un periodo mínimo de cotización en la Seguridad Social, que suele ser superior a los 30 años a efecto general.
- Acuerdo con la empresa: La prejubilación debe negociarse y formalizarse mediante un acuerdo entre trabajador y empresa, normalmente dentro de procesos de reestructuración laboral.
- Reducción de la jornada laboral: En algunos casos, se contempla una reducción paulatina de las horas trabajadas antes de cesar completamente en la actividad.
- Incompatibilidad con otras actividades: No se podrá desempeñar otro trabajo, salvo que esté pactado, ya que la prejubilación implica el abandono progresivo o definitivo del mercado laboral.
- Condiciones económicas acordadas: Se establecen compensaciones salariales que suelen complementarse con subsidios hasta alcanzar la edad de jubilación ordinaria.
Requisitos generales para la prejubilación
En España, la prejubilación no se encuentra regulada por una normativa específica, sino que depende de pactos entre el empleador y el empleado. Dicho esto, existen ciertos elementos comunes que suelen requerirse en estos supuestos:
1. Edad mínima
Generalmente, para acceder a una prejubilación es necesario haber cumplido, al menos, los 55 años. Esta edad puede variar dependiendo del convenio específico al que lleguen trabajador y empresa, pero este es el umbral comúnmente aceptado.
2. Firma de un acuerdo entre las partes
Este requisito es imprescindible, ya que la prejubilación debe ser fruto de un acuerdo voluntario entre la empresa y el trabajador. En dicho convenio se establecerán aspectos cruciales como las condiciones económicas y las responsabilidades de ambas partes.
3. Convenio especial con la Seguridad Social
En la mayoría de los casos, el empleador mantiene la cotización del trabajador a la Seguridad Social mediante la formalización de un convenio especial con esta entidad. Este convenio asegura la continuidad de las aportaciones para evitar que el empleado vea reducido el importe de su futura pensión de jubilación.
4. Situación de extinción del contrato laboral
El acceso a la prejubilación suele darse como resultado de un despido (individual o colectivo) o un acuerdo que ponga término al vínculo laboral. Esto implica que la prejubilación no es exactamente sinónimo de jubilación anticipada, sino una transición hasta la edad jubilatoria legal.
5. Cobro de una retribución durante la prejubilación
Durante este período, el empleado percibe una prestación económica mensual. Esta puede ser gestionada de diferentes maneras: mediante la prestación por desempleo, un subsidio correspondiente o una cantidad pactada directamente con la empresa. Dicha retribución suele oscilar entre el 60 % y el 80 % del salario que percibía cuando estaba en activo.
Aspectos económicos y cotización en la prejubilación
Uno de los aspectos más importantes de la prejubilación es el mantenimiento de las cotizaciones de cara a la Seguridad Social. Aunque el contrato de trabajo se haya extinguido, es habitual que las empresas continúen cotizando a través del convenio especial mencionado anteriormente. Estas cotizaciones determinarán el cálculo final de la futura pensión contributiva y su cuantía, lo cual puede ser clave para mantener un nivel de vida adecuado al alcanzar la jubilación definitiva.
Por otro lado, el trabajador debe tener en cuenta que cualquier acuerdo con la empresa respecto a la prejubilación deberá cumplirse estrictamente, por lo que es recomendable contar con asesoramiento jurídico para verificar que los términos pactados se ajusten a sus necesidades y derechos.
Diferencias entre prejubilación y jubilación anticipada
Aunque ambos conceptos suelen confundirse, se trata de situaciones totalmente distintas:
- Jubilación anticipada: Está regulada por ley y solo puede solicitarse con ciertos requisitos claros, como haber cotizado durante un periodo mínimo de 35 años o haber cumplido una edad no inferior a dos años respecto a la edad de jubilación ordinaria (artículo 161 bis del Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social).
- Prejubilación: Es un acuerdo de carácter privado y no está sujeto a requisitos legales concretos. Se desarrolla mediante negociaciones individuales o colectivas entre empresa y trabajador.
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