La custodia compartida es un régimen en el que los progenitores comparten de manera equilibrada las responsabilidades legales y actividades relacionadas con el cuidado de sus hijos tras una ruptura matrimonial o separación. Esta modalidad está contemplada en el ordenamiento jurídico español como una fórmula para garantizar el interés superior del menor, conforme al artículo 92 del Código Civil. Ahora bien, ¿qué factores analiza un juez para otorgar dicho régimen? En este artículo, lo desglosaremos de manera detallada.
- Interés superior del menor: El juez se centra en lo que más beneficie al niño, priorizando su bienestar físico, emocional y desarrollo integral.
- Relación entre los progenitores: Se valora la capacidad de los padres para comunicarse y cooperar en decisiones importantes relacionadas con el menor.
- Capacidad económica de los progenitores: Considera los recursos económicos de cada uno para garantizar las necesidades del menor.
- Vínculo afectivo con los progenitores: Evalúa el apego y la relación que el niño tiene con ambos progenitores para preservar su estabilidad emocional.
- Disponibilidad de tiempo: Se analiza el tiempo real que cada progenitor puede dedicar al cuidado y crianza del menor.
- Opinión del menor: Si tiene suficiente madurez, el juez podría tener en cuenta su preferencia, siempre garantizando su bienestar.
Principales aspectos que valora un juez al conceder la custodia compartida
En todo procedimiento de familia, el principio fundamental que rige las decisiones judiciales es el bienestar del menor. Por tanto, los jueces tienen en cuenta un conjunto de factores individuales y del entorno familiar para decidir si la custodia compartida es viable en cada caso. A continuación, desarrollamos los elementos más relevantes:
Proximidad entre los domicilios de los progenitores
Para que la custodia compartida sea efectiva, es esencial que las viviendas de ambos progenitores se encuentren cercanas. Esto garantiza que el menor pueda mantener una rutina estable, evitar largos desplazamientos y continuar asistiendo al mismo centro educativo. La distancia entre hogares puede ser determinante en la resolución judicial.
Relación entre los progenitores y con el menor
El nivel de cooperación y comunicación entre los progenitores es un elemento clave en la evaluación del juez. Si ambos son capaces de mantener una relación cordial y trabajar conjuntamente en las decisiones relativas al menor, será más probable que se opte por el régimen compartido. Además, el trato afectivo y cotidiano que cada progenitor mantiene con el menor será igualmente evaluado.
Edad del menor
La edad de los hijos también influye notablemente. En casos de menores de corta edad, especialmente menores de tres años, los jueces tienden a otorgar la custodia a uno de los progenitores –generalmente la madre– al estar asociada con principios de cuidado intensivo. No obstante, en edades superiores, se favorece la implicación equitativa de ambos progenitores, siempre que sea viable.
Capacidad parental
La capacidad de cada progenitor para asumir y cubrir las necesidades del menor será estudiada minuciosamente. Esto incluye tanto aspectos emocionales y de vínculo afectivo como la organización de horarios, medios económicos y otras competencias que aseguren el bienestar del niño.
Opinión del menor
En virtud de la Ley Orgánica 1/1996 de Protección Jurídica del Menor, se reconoce a los niños mayores de 12 años el derecho a ser escuchados en procedimientos que les afecten directamente. Por tanto, sus deseos respecto a con quién desean vivir o cómo quieren compartir el tiempo con sus progenitores serán tenidos en cuenta.
Informes del Ministerio Fiscal y peritajes especializados
Los jueces suelen apoyarse en los informes técnicos elaborados por profesionales en psicología y trabajo social, que evalúan la dinámica familiar y las necesidades particulares del menor. Estos documentos y el dictamen del Ministerio Fiscal otorgan un marco especializado que respalda la resolución final.
Historial previo de implicación
Otro aspecto relevante para determinar la custodia compartida es el grado de participación de cada progenitor en la vida del menor antes de la separación. Los jueces valorarán positivamente a los progenitores que hayan demostrado un compromiso constante en ámbitos como la educación, la salud y las actividades cotidianas de los niños.
Consistencia en los valores educativos
La coincidencia o disparidad en los sistemas educativos que siguen ambos progenitores también será considerada. Si los valores o las pautas de crianza que cada uno aplica son compatibles y fomentan el bienestar del menor, su implementación compartida resulta más sencilla.
Confía en abogados expertos en Derecho de Familia para asegurar los derechos de tus hijos y tus intereses. ¡Contacta ahora y dale a tu caso la atención profesional que merece!
En casos tan sensibles como estos, entender las disposiciones legales y preparar un buen expediente es fundamental para defender los intereses del menor y de quien busca la custodia compartida. En Consultame.net, puedes contactar con especialistas en Derecho de Familia que te asesorarán y acompañarán durante todo el proceso. Optar por una asesoría jurídica adecuada puede marcar la diferencia en los tribunales, garantizando que todo lo que se prescriba esté, ante todo, alineado con el interés superior del menor.