La indemnización por despido, regulada en la legislación española, es una compensación económica destinada a resarcir al trabajador cuando se extingue su contrato de trabajo por decisión empresarial, siempre que esta no sea consecuencia de un incumplimiento grave por parte del empleado. Comprender en qué casos corresponde dicha indemnización, las cuantías y los procedimientos aplicables resulta fundamental para proteger tus derechos laborales en situaciones de despido.
- Base para calcular la indemnización: Se fundamenta en el salario del trabajador y la antigüedad en la empresa, lo que influye directamente en la cuantía a recibir.
- Diferencias según tipo de despido: La indemnización varía dependiendo si es un despido improcedente, objetivo o colectivo, afectando los días de salario por año trabajado.
- Límite máximo de indemnización: En España, existe un tope en la cuantía máxima que puede reclamar un trabajador en casos de despido.
- Requisitos de forma: El despido debe cumplir formalidades legales, como notificación por escrito, para evitar conflictos legales sobre la indemnización.
- Implicaciones fiscales: Parte o toda la indemnización por despido puede estar exenta de tributación en el IRPF, dependiendo del importe y su naturaleza.
- Plazos legales para reclamar: El trabajador cuenta con 20 días hábiles a partir de la comunicación del despido para interponer una demanda si no está de acuerdo con la indemnización.
¿Qué es la indemnización por despido y en qué situaciones corresponde?
La indemnización por despido es un monto económico que el empleador está obligado a abonar al empleado en determinadas situaciones de extinción de la relación laboral. Su principal objetivo es compensar al trabajador por los perjuicios derivados de la pérdida de empleo. Este derecho se encuentra regulado en el Estatuto de los Trabajadores, concretamente en el artículo 56 y relacionados.
Casos en los que procede la indemnización
Existen tres situaciones principales en las que el trabajador tiene derecho a recibir una compensación por despido:
- Despido objetivo: Este despido se produce cuando el empleador acredita causas económicas, organizativas, técnicas o de producción (conocidas como “causas ETOP”) o situaciones como la ineptitud del trabajador o su falta de adaptación a cambios técnicos en su puesto de trabajo, entre otras recogidas en el artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores.
- Despido colectivo: También conocido como Expediente de Regulación de Empleo (ERE), es aplicable cuando las causas ETOP afectan a un número significativo de empleados, tal como se define en el artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores.
- Despido improcedente: Se da cuando, tras la impugnación del despido, la autoridad judicial no encuentra pruebas que justifiquen la medida adoptada o detecta irregularidades formales en el procedimiento. En este caso, el empresario deberá optar entre readmitir al trabajador o indemnizarlo.
Caso de despido nulo
Si el despido es declarado nulo, el empleador estará obligado a reincorporar al trabajador en las mismas condiciones que tenía antes del despido, abonándole los salarios dejados de percibir. Aunque este supuesto no genera una indemnización propiamente dicha, puede haber responsabilidades por daños y perjuicios o vulneración de derechos fundamentales.
Situaciones en las que no corresponde indemnización
No aplica indemnización en despidos disciplinarios validados como procedentes o cuando el cese del contrato laboral ocurre por motivos que no implican derecho a compensación, como el final de un contrato temporal.
¿Cómo se calcula la indemnización por despido?
La fórmula de cálculo de la indemnización puede variar en función del tipo de despido y del momento de inicio del contrato. El artículo 56 del Estatuto de los Trabajadores establece los criterios de cálculo, donde los principales factores son los años de antigüedad y el salario diario del trabajador.
Indemnización por despido objetivo y colectivo
En estos casos, la indemnización se estima en 20 días de salario por año trabajado, prorrateándose por meses los periodos inferiores al año. El límite máximo es de 12 mensualidades.
Indemnización por despido improcedente
En despidos declarados improcedentes, la cuantía puede dividirse según los periodos laborales:
- Periodos previos al 12 de febrero de 2012: Corresponde una indemnización equivalente a 45 días de salario por año trabajado, con un límite de 42 mensualidades.
- Periodos posteriores al 12 de febrero de 2012: La compensación es de 33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
Momentos clave para el pago de la indemnización
El momento para percibir la indemnización varía según el tipo de despido. En el caso de despidos objetivos y colectivos, el abono debe realizarse junto con la comunicación escrita del despido, salvo que existan acreditadas dificultades económicas que lo impidan, lo que el empresario deberá reflejar por escrito. Para los despidos improcedentes, la indemnización debe abonarse en un plazo de 5 días desde la notificación de la sentencia, salvo que el empleador decida readmitir al trabajador.
¿Qué diferencias existen entre indemnización por despido y finiquito?
La indemnización por despido tiene como finalidad compensar al trabajador por la decisión empresarial de cesar el contrato. Por otro lado, el finiquito incluye pagos derivados de las obligaciones salariales del empleador hacia el trabajador, como vacaciones no disfrutadas, horas extraordinarias o partes proporcionales de pagas extraordinarias. Ambos conceptos son independientes y pueden darse de manera concurrente.
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