El término heredero hace referencia a aquella persona designada, bien sea por ley o por voluntad expresa del fallecido a través de su testamento, para sucederle en la titularidad de sus bienes, derechos y obligaciones. Cuando se produce una sucesión, los herederos adquieren la propiedad de los bienes que el causante (persona fallecida) deja tras su fallecimiento. Cabe destacar que el régimen hereditario en España está regulado por el Código Civil, así como por normativas específicas de algunas comunidades autónomas que cuentan con su propio derecho civil.
Diversos tipos de herederos
Uno de los aspectos más relevantes en materia de sucesiones es la clasificación y los derechos que poseen los herederos. La ley española distingue entre diferentes tipos de herederos, los cuales explicamos a continuación:
Heredero forzoso
El heredero forzoso, también denominado legitimario, es aquel que tiene derecho por ley a recibir una parte de la herencia, conocida como la legítima. Este derecho está regulado por los artículos 806 a 822 del Código Civil. Dentro de esta categoría se incluyen los siguientes grupos:
- Hijos y descendientes: Los hijos tienen la prioridad en el reparto de la herencia. Algunos matices importantes en este grupo son que la legítima se reparte por partes iguales, independientemente de si se trata de hijos matrimoniales o no matrimoniales.
- Padres y ascendientes: Si el fallecido no tiene hijos ni otros descendientes, los padres u otros ascendientes serán reconocidos como herederos forzosos.
- Cónyuge viudo: El viudo o viuda también es heredero forzoso, aunque su participación en la herencia dependerá de la existencia de descendientes o ascendientes. Por ejemplo, si hay hijos, el cónyuge tendrá derecho al usufructo del tercio de mejora.
Heredero voluntario
El heredero voluntario es aquel designado de manera expresa por el testador en su testamento para recibir bienes o derechos específicos. Estos herederos solo tienen derechos sobre los bienes asignados dentro de los tercios de mejora y libre disposición.
Heredero legal o intestado
Cuando una persona fallece sin testamento (sucesión intestada o abintestato), la ley establece quiénes serán los herederos y el orden en que participarán en la sucesión. Este proceso está regulado en el artículo 913 y concordantes del Código Civil. El orden de sucesión legal queda definido de la siguiente manera:
- Hijos y descendientes.
- Padres y ascendientes.
- Cónyuge sobreviviente.
- Hermanos, sobrinos y demás parientes hasta el cuarto grado.
- El Estado, en caso de ausencia de parentesco o designación testamentaria.
La importancia del testamento
El mejor mecanismo para asegurar que los bienes sean distribuidos conforme a los deseos del fallecido es la redacción de un testamento. Este documento constituye el pilar fundamental para el reparto de cualquier herencia en España y está regulado en el Título III del Código Civil. La normativa permite la inclusión de diferentes disposiciones, como la elección de herederos voluntarios y legatarios, siempre respetando la legítima correspondiente a los herederos forzosos.
Además, el testamento puede simplificar considerablemente el proceso de aceptación y partición de la herencia, reduciendo potenciales conflictos entre herederos y el tiempo necesario para llevar a cabo los trámites legales.
¿Qué ocurre si no hay testamento?
En ausencia de un testamento, se aplica el régimen de sucesión intestada, lo que implica que será la ley la que determine cómo se distribuirán los bienes. Este proceso puede alargarse y resultar más complejo, ya que será necesario aplicar la normativa del Código Civil o, en su caso, la regulación específica de la comunidad autónoma del fallecido.
Aceptación de la herencia
Una vez que se ha identificado a los herederos, es necesario que éstos acepten formalmente la herencia. Este acto puede realizarse de dos formas:
- Aceptación pura y simple: En este caso, el heredero asume tanto los bienes como las deudas del causante. Por lo tanto, si las deudas superan a los bienes, el heredero responderá con su propio patrimonio.
- Aceptación a beneficio de inventario: Esta modalidad protege al heredero, haciéndolo responsable únicamente hasta el valor de los bienes heredados. Es una opción recomendada si existen sospechas de que las deudas del fallecido pudieran exceder los activos.
Partición y reparto de la herencia
El proceso de partición de la herencia es uno de los puntos más sensibles dentro del proceso sucesorio. La partición implica distribuir los bienes entre los herederos, lo que puede realizarse de forma amistosa con el acuerdo de todas las partes o, en caso de desacuerdo, a través de la intervención de un juez.
La normativa establece que la herencia se divide en tres tercios:
- El tercio de legítima: Asignado a los herederos forzosos de forma proporcional.
- El tercio de mejora: También reservado a herederos forzosos, pero puede ser distribuido según los deseos expresados en el testamento.
- El tercio de libre disposición: Puede ser distribuido a cualquier persona o institución sin restricciones legales.
Entender el papel del heredero y los derechos que conforme a la ley española le corresponden es fundamental para afrontar cualquier proceso de herencia con claridad. Si necesitas orientarte sobre un caso de herencias o contactar con abogados especializados, en Consultame.net te conectamos con profesionales expertos en sucesiones que te ayudarán a encontrar la mejor solución para tu situación concreta.