Guarda y custodia

La guarda y custodia es un concepto fundamental en el ámbito del derecho de familia que regula la convivencia, protección y cuidado de los menores de edad o mayores que requieren de especial atención. Se trata de una de las medidas que se adoptan cuando se produce una ruptura familiar y es un término que habitualmente genera dudas y preocupaciones en los progenitores. Entender en qué consiste, cómo se regula jurídicamente y qué tipos existen puede facilitar el proceso de separación o divorcio, ya que se trata de un aspecto determinante para el bienestar de los hijos. En este artículo de Consultame.net, te explicamos en detalle todo lo que necesitas saber sobre la guarda y custodia y cómo se decide este régimen en un entorno legal.

  • Tipos de guarda y custodia: Puede ser compartida entre ambos progenitores o exclusiva para uno, dependiendo del interés del menor y circunstancias familiares.
  • Interés del menor como prioridad: La decisión judicial siempre busca lo más beneficioso para los hijos, priorizando su bienestar físico, emocional y educativo.
  • Factores de decisión: Se valoran aspectos como la relación con los progenitores, estabilidad del hogar, proximidad al colegio y entorno social.
  • Flexibilidad en acuerdos: Los padres pueden llegar a acuerdos sobre la custodia, siempre que cumplan los requisitos legales y beneficien al menor.
  • Modificación de medidas: Las condiciones de la custodia pueden modificarse si cambian las circunstancias relevantes, como traslado laboral o nuevos factores familiares.
  • Regulación jurídica: La guarda y custodia está regulada por el Código Civil y jurisprudencias recientes que garantizan derechos y deberes de padres e hijos.

¿Qué es la guarda y custodia?

La guarda y custodia constituye la responsabilidad parental de convivir y atender las necesidades cotidianas de los hijos menores de edad o mayores que requieren protección especial. Este deber se ejerce principalmente por decisión judicial en casos de separación, nulidad matrimonial o divorcio, así como en los procedimientos de medidas paternofiliales para progenitores no casados.

Es importante no confundir el concepto de guarda y custodia con el de patria potestad, ya que aunque ambos conceptos están relacionados, tienen implicaciones diferentes. La patria potestad hace referencia a derechos y deberes más amplios, como la representación legal de los hijos y la administración de sus bienes, mientras que la guarda y custodia se centra en el cuidado físico y la convivencia diaria.

¿Dónde se regula la guarda y custodia en la legislación española?

El régimen legal para determinar la guarda y custodia se encuentra regulado en el artículo 92 del Código Civil. Este artículo establece que las medidas de guarda y custodia deben tomarse siempre teniendo como prioridad el interés superior del menor. Entre las disposiciones que contempla este precepto, se incluyen:

  • La posibilidad de otorgar la custodia exclusiva a uno de los progenitores.
  • La opción de establecer una custodia compartida cuando se considere beneficiosa para el menor.
  • La prohibición de custodia compartida cuando uno de los progenitores esté involucrado en procedimientos penales relacionados con violencia intrafamiliar.

Además, el Código Civil regula en otros artículos aspectos esenciales que complementan las decisiones sobre custodia, incluyendo el artículo 93, que se refiere a los alimentos que deben proporcionarse a los hijos, y el artículo 94, que regula el régimen de visitas para el progenitor no custodio.

El interés superior del menor

En cualquier proceso judicial relacionado con la guarda y custodia, el juez debe valorar el interés superior del menor, que prevalece sobre otros intereses o deseos de las partes. Esto significa que, aunque el menor deba ser escuchado en procedimientos contenciosos a partir de los 12 años, la decisión final se centra en garantizar su bienestar físico, psicológico y emocional.

Principales regímenes de guarda y custodia

El juez puede optar por distintos tipos de guarda y custodia según las necesidades y circunstancias específicas de cada familia. Los regímenes principales son:

  1. Custodia exclusiva o monoparental: Se otorga a uno de los progenitores, quien se convierte en el responsable principal del cuidado diario del menor. El otro progenitor conserva un régimen de visitas y contribuye económicamente mediante una pensión alimenticia.
  2. Custodia compartida: En este modelo, ambos progenitores comparten la convivencia y responsabilidades, buscando que el menor pase tiempos equivalentes con cada uno. Aunque no necesariamente se reparte de forma equitativa, se intenta minimizar el alejamiento de ambos progenitores respecto al menor.
  3. Custodia distributiva: Se asigna un régimen distinto para cada hijo en casos excepcionales. Este tipo es menos frecuente debido al impacto emocional que puede causar la separación entre hermanos.

Además, los avances en la flexibilización de estos regímenes han dado lugar a modelos alternativos, como la custodia compartida progresiva, que permite transicionar de una custodia exclusiva a una compartida a medida que los hijos crecen.

¿Qué procedimientos legales determinan la guarda y custodia?

La guarda y custodia se establece durante los procedimientos legales de separación, divorcio o nulidad, así como en los de adopción de medidas paternofiliales en parejas no casadas. Existen dos escenarios principales:

  • Mutuo acuerdo: Los progenitores elaboran y presentan un convenio regulador que incluye el régimen de custodia acordado. Este documento debe ser revisado y aprobado por un juez, siempre que sea beneficioso para los menores y cuente con el respaldo del Ministerio Fiscal.
  • Procedimiento contencioso: En ausencia de acuerdo, el juez será quien determine el régimen de custodia tras analizar las circunstancias del caso, incluyendo informes de especialistas y las manifestaciones del menor, si tiene capacidad suficiente para ser escuchado.
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¿Cómo modificar el régimen de guarda y custodia?

El régimen de guarda y custodia no es irreversible y puede ser modificado si cambian las circunstancias que lo motivaron inicialmente. Para ello, es necesario iniciar un procedimiento de modificación de medidas mediante:

  • Mutuo acuerdo: Los progenitores presentan una nueva propuesta ante el juez, quien evaluará la solicitud asegurándose de que satisface el interés superior del menor.
  • Demanda unilateral: Si no existe acuerdo, uno de los progenitores puede solicitar al juez la modificación del régimen, presentando pruebas que demuestren la conveniencia del cambio.

En ambos casos, la decisión judicial priorizará el bienestar del menor por encima de otros intereses, valorando informes psicosociales y cualquier factor relevante para la adaptación y estabilidad de los hijos.

La guarda y custodia es un tema complejo, pero sumamente importante en la vida de cualquier familia enfrentada a una separación. Una asesoría legal adecuada, como la que puedes encontrar en Consultame.net, garantiza que tomes las medidas necesarias para proteger a tus hijos y asegurar el respeto de tus derechos como progenitor.

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