El despido objetivo por ineptitud sobrevenida es una figura jurídica reconocida en la legislación laboral española que permite al empresario finalizar la relación laboral cuando, por razones no imputables al trabajador, este ha perdido su capacidad para desempeñar las funciones inherentes a su puesto de trabajo. Aunque en principio puede parecer un proceso relativamente objetivo, lo cierto es que su aplicación requiere un conocimiento preciso de la normativa y de las particularidades de cada caso, lo que hace fundamental contar con asesoramiento especializado en derecho laboral.
- Causas justificadas: El despido objetivo por ineptitud sobrevenida se ampara en la falta de aptitudes posteriores al inicio de la relación laboral, no conocidas previamente.
- Pruebas concretas: Es esencial demostrar, mediante evidencias objetivas, la pérdida de aptitudes necesarias para el desempeño adecuado del trabajo.
- No discriminación: La ineptitud debe estar desvinculada de situaciones discriminatorias, como accidentes laborales, enfermedades o discapacidades protegidas.
- Preaviso obligatorio: El empresario debe otorgar un preaviso de 15 días al trabajador, según establece la normativa laboral.
- Indemnización mínima: Este despido conlleva el pago de una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.
- Revisión judicial: El trabajador tiene derecho a impugnar el despido si considera que no cumple los requisitos legales o es improcedente.
¿Qué significa el despido objetivo por ineptitud sobrevenida?
El despido objetivo por ineptitud sobrevenida, según lo descrito en el artículo 52.a) del Estatuto de los Trabajadores, hace referencia a la incapacidad del trabajador para desempeñar sus funciones laborales, detectada de manera posterior al inicio de su actividad laboral y tras haber superado cualquier periodo de prueba establecido. La disposición señala lo siguiente:
“El contrato podrá extinguirse: a) Por ineptitud del trabajador conocida o sobrevenida con posterioridad a su colocación efectiva en la empresa. La ineptitud existente con anterioridad al cumplimiento de un periodo de prueba no podrá alegarse con posterioridad a su cumplimiento.”
En consecuencia, la legislación establece como requisito clave que la ineptitud surja o sea conocida con posterioridad al inicio efectivo de la relación laboral.
¿Cómo se interpreta la ineptitud sobrevenida, según la jurisprudencia?
La interpretación jurisprudencial sobre esta causa de despido ha sido esencial para determinar cuándo es procedente aplicarla. En este sentido, el Tribunal Supremo ha concluido en distintas sentencias que la ineptitud debe ser:
- Real: Es decir, demostrable a través de pruebas concretas.
- Permanente: No derivada de una circunstancia temporal que pueda revertirse.
- General: Afecta al conjunto de las funciones esenciales del puesto, no solo a tareas accesorias.
- No imputable al trabajador: La causa de la ineptitud no debe ser fruto de dolo o negligencia grave.
- Relacionada directamente con el puesto de trabajo: La ineptitud ha de comprometer el desempeño normal y eficiente de las funciones.
Es importante destacar que también puede considerarse ineptitud sobrevenida la pérdida de una certificación, permiso o autorización requerida para ejecutar el trabajo, como podría ser la retirada del permiso de conducir en los casos en los que este sea indispensable para el desempeño.
¿Cuáles son las formalidades que deben cumplirse en este tipo de despido?
El Estatuto de los Trabajadores regula en su artículo 53 los procedimientos que deben cumplirse en un despido objetivo. Estas formalidades son cruciales para garantizar que se respeten los derechos del trabajador. Las principales exigencias son:
- Comunicación escrita: Es necesario entregar una carta de despido donde se detalle claramente la causa justificada del despido.
- Indemnización inmediata: El empresario debe poner a disposición del trabajador una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades.
- Preaviso: Se debe respetar un plazo de preaviso de 15 días, salvo en casos excepcionales que permitan su sustitución por una compensación económica equivalente.
El incumplimiento de cualquiera de estas formalidades puede dar lugar a la calificación del despido como improcedente.
¿Qué derechos tiene el trabajador frente al despido objetivo por ineptitud sobrevenida?
Ante un despido de estas características, el empleado afectado conserva determinados derechos protegidos por la norma y que buscan resguardar su estabilidad económica y jurídica. Entre ellos, destacan:
- Cobro de la indemnización legalmente establecida: La empresa deberá abonar al trabajador la cantidad correspondiente en el momento de formalizar el despido.
- Finiquito: Pago de las cuantías pendientes de abonar, tales como salarios no percibidos, vacaciones no disfrutadas u otras retribuciones.
- Derecho a paro: Siempre que el trabajador cumpla con los requisitos en relación con el periodo cotizado, podrá acceder a las prestaciones por desempleo, ya que el despido no está provocado por su voluntad.
- Licencia para buscar empleo: Durante el periodo de preaviso, el empleado puede ausentarse del trabajo hasta 6 horas semanales para buscar una nueva oportunidad laboral, percibiendo su salario habitual.
- Impugnación: Si considera que el despido no cuenta con una causa justificada o se han producido irregularidades en el procedimiento, el trabajador puede recurrir la decisión.
¿Cómo puede impugnarse el despido por ineptitud sobrevenida?
El trabajador dispone de un plazo de 20 días hábiles desde que se produce el despido para impugnarlo. El proceso tiene los siguientes pasos:
- Papeleta de conciliación: Presentación ante el servicio de mediación y arbitraje correspondiente en su comunidad autónoma. Este acto tiene como finalidad intentar llegar a un acuerdo amistoso entre las partes.
- Demanda en el juzgado de lo social: En caso de no alcanzarse un acuerdo, y si el trabajador así lo decide, podrá presentar una demanda, reclamando la improcedencia del despido o su nulidad, según considere. Lo ideal es contar con el apoyo de abogados especialistas en derecho laboral para llevar adelante este paso.
En caso de que el juzgado declare el despido improcedente, la empresa estará obligada a optar entre readmitir al trabajador, abonando los salarios no percibidos hasta la fecha, o indemnizarlo según lo dispuesto por la normativa.
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El despido objetivo por ineptitud sobrevenida está sujeto a una estricta regulación jurídica que busca equilibrar los intereses tanto del empresario como del trabajador, garantizando que la causa del despido sea válida y que los derechos del empleado sean respetados. En todo caso, es fundamental gestionar estas situaciones con la orientación de expertos legales especializados. En Consultame.net, ponemos a tu disposición abogados laboralistas en toda España que cuentan con la experiencia y el conocimiento necesario para atender cualquier pregunta o problema relacionado con esta compleja materia.