El juicio ordinario es un procedimiento judicial previsto en la legislación española para resolver cuestiones tanto civiles como penales, dependiendo de la materia y la gravedad del asunto. En el ámbito civil, este procedimiento se utiliza para demandas de mayor complejidad o cuantía significativa, mientras que en el penal está reservado para delitos graves que conllevan penas superiores a nueve años de prisión. Comprender cómo funciona este proceso es fundamental para quienes se ven inmersos en un litigio de este tipo, por lo que en Consultame.net te ofrecemos información clara y la posibilidad de contactar con abogados especializados para resolver cualquier duda.
El juicio ordinario en el ámbito civil
El juicio ordinario en el ámbito civil se encuentra regulado por los artículos 399 a 436 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil (LEC). Este procedimiento se emplea para resolver asuntos en los que se supera una cuantía de 15.000 euros o cuando la materia de la demanda requiere un análisis más detallado debido a cuestiones de mayor complejidad. Además, existen ciertos tipos de materias que siempre deben someterse a este procedimiento, independientemente de su cuantía.
Procedimientos según la materia
En algunos casos, el juicio ordinario es el cauce procesal indicado no tanto por la cantidad económica de la disputa, sino por el tema tratado en el litigio. Entre los supuestos previstos por la ley destacan los siguientes:
- Derechos honoríficos: demandas relacionadas con el derecho al honor, la intimidad y la propia imagen, como podrían ser casos de calumnias o difamaciones.
- Impugnación de acuerdos societarios: disputas sobre decisiones tomadas en el seno de asociaciones o sociedades.
- Propiedad intelectual e industrial: procedimientos que involucren competencias desleales, uso indebido de patentes, marcas o derechos de autor.
- Arrendamientos: demandas relacionadas con arrendamientos urbanos y rústicos, exceptuando aquellas basadas exclusivamente en la cuantía.
- Materias concernientes a contratos: interpretación o ejecución de condiciones generales de contratación.
Procedimientos según la cuantía
Además de las materias anteriormente especificadas, el juicio ordinario se aplica cuando la cuantía en disputa supera los 15.000 euros o cuando no es posible determinar un valor económico específico. Este tipo de litigios suele ser más complejo debido a la naturaleza económica de las reclamaciones y requiere de una tramitación exhaustiva, que permite a ambas partes presentar pruebas suficientes para fundamentar sus posiciones.
Etapas del juicio ordinario civil
El desarrollo procesal del juicio ordinario en el ámbito civil se despliega en varias fases bien estructuradas. A continuación, resumimos cada una de ellas:
1) Demanda y admisión
El proceso da inicio con la presentación de la demanda por parte del actor, que ha de cumplir con los requisitos establecidos en el artículo 399 de la LEC. Posteriormente, el juzgado evalúa si la demanda reúne las condiciones para ser admitida a trámite.
2) Contestación a la demanda
El demandado tiene un plazo de 20 días hábiles para responder a la demanda presentada, formulando sus alegaciones y aportando la documentación pertinente. Este derecho también incluye la posibilidad de plantear una reconvención si lo estima oportuno.
3) Audiencia previa
Durante la audiencia previa, se realiza un intento de conciliación entre las partes. Si no se alcanza un acuerdo, el juez establece los hechos que serán objeto de debate y admite las pruebas que cada parte haya presentado.
4) Juicio
En esta etapa, se practican las pruebas admitidas, como testigos, peritajes y documentales. Además, ambas partes exponen detalladamente sus argumentos ante el juez, quien podrá evaluar las evidencias presentadas.
5) Sentencia
Finalizado el juicio, el juez dicta una resolución recogiendo los fundamentos de derecho y la decisión final, que pone fin a la controversia salvo que una de las partes interponga recursos como la apelación.
El juicio ordinario en el ámbito penal
En el terreno penal, el juicio ordinario se aplica a los delitos más graves que, conforme al Código Penal español, se sancionan con penas superiores a nueve años de prisión. Este procedimiento se encuentra regulado en la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim), y su propósito es garantizar un análisis exhaustivo de los hechos que, debido a su naturaleza, podrían tener importantes consecuencias legales.
Fases del juicio ordinario penal
1) Instrucción
Esta etapa se dedica a la investigación de los hechos delictivos. El juez de instrucción recaba pruebas, toma declaración a los imputados y evalúa si existe material suficiente para continuar con el proceso.
2) Preparación del juicio oral
Durante esta fase, las partes (acusación y defensa) presentan sus escritos de calificación, donde exponen sus argumentos y las pruebas que defenderán durante el juicio oral. El juez decide entonces si es procedente pasar a esta última etapa.
3) Juicio oral y sentencia
En esta última fase, las partes presentan sus pruebas y argumentos ante el tribunal competente. Una vez apreciadas las evidencias y realizadas las intervenciones, el tribunal dicta sentencia. Cabe la posibilidad de recurrir el fallo si alguna parte considera que la resolución no se ajusta a derecho.
El juicio ordinario, independientemente de si se trata de un proceso civil o penal, es habitualmente el procedimiento más apropiado para resolver asuntos complejos. Dada su trascendencia, contar con una defensa adecuada es esencial. Si necesitas asesoramiento o representación legal, en Consultame.net encontrarás abogados especialistas que te ayudarán en cada paso del proceso.