La artritis reumatoide es una enfermedad crónica y progresiva que puede afectar significativamente la capacidad para trabajar. En España, el reconocimiento de una incapacidad permanente a causa de esta enfermedad depende de la gravedad de los síntomas y el impacto que tenga en las actividades laborales de la persona afectada. En este artículo, detallaremos las condiciones que deben cumplirse para obtener este reconocimiento, los grados de incapacidad aplicables y la normativa que regula estos procesos en nuestro país.
¿Qué es la artritis reumatoide y cómo puede afectar al desempeño laboral?
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune caracterizada por la inflamación crónica de las articulaciones. Produce dolor, rigidez, hinchazón y, en casos avanzados, deformidad en las articulaciones, lo que limita considerablemente la movilidad y afecta al desarrollo de tareas laborales, especialmente aquellas que requieren esfuerzo físico, movimientos repetitivos o posturas mantenidas.
Además, en algunos casos, la enfermedad también puede provocar fatiga severa y síntomas sistémicos que empeoran la calidad de vida de quien la padece. Por lo tanto, no es extraño que algunos trabajadores se enfrenten a la necesidad de solicitar un reconocimiento de incapacidad si su estado de salud les impide desempeñar sus funciones.
Grados de incapacidad permanente por artritis reumatoide
En España, los grados de incapacidad permanente vienen regulados por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). La determinación del grado adecuado depende del impacto que la enfermedad tenga en la capacidad de la persona para trabajar. Estos son los principales grados aplicables:
Incapacidad permanente parcial
Se reconoce cuando la enfermedad reduce el rendimiento laboral en al menos un 33%, pero la persona aún puede desempeñar las tareas esenciales de su profesión. En el caso de la artritis reumatoide, puede aplicarse este grado si los síntomas afectan algunas funciones, pero no limitan por completo el trabajo.
Incapacidad permanente total
Este grado supone que el trabajador no puede llevar a cabo su profesión habitual debido a las limitaciones que impone la enfermedad. Por ejemplo, un operario que deba realizar tareas manuales y movimientos con alto grado de precisión podría verse incapacitado para seguir trabajando debido a la pérdida de movilidad en sus manos.
Incapacidad permanente absoluta
Se concede cuando la enfermedad incapacita al trabajador para realizar cualquier tipo de actividad laboral, incluso aquellas que impliquen mínimo esfuerzo físico o mental.
Gran invalidez
Es el grado más elevado y se otorga cuando, además de la incapacidad para trabajar, la persona necesita asistencia continua de terceros para llevar a cabo actividades básicas de la vida diaria, como comer o vestirse.
Cómo se determina la incapacidad por artritis reumatoide
La evaluación para el reconocimiento de la incapacidad permanente implica un análisis detallado del caso por parte de un tribunal médico. Este proceso incluye:
- Diagnóstico médico: Que evidencie la gravedad y cronicidad de la enfermedad, acreditado a través de informes médicos especializados.
- Evaluación funcional: Análisis de cómo la enfermedad afecta la capacidad funcional del trabajador en su entorno laboral.
- Valoración de antecedentes laborales: Revisión de las actividades laborales específicas que realiza el trabajador para determinar si puede desempeñarlas de manera efectiva con sus limitaciones.
Es importante contar con la guía de profesionales legales especializados para preparar toda la documentación y argumentación necesaria para una solicitud de incapacidad permanente.
Normativa aplicable al reconocimiento de una incapacidad permanente
El reconocimiento de la incapacidad permanente está regulado por la Ley General de la Seguridad Social (Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre). El artículo 193 establece los requisitos generales para optar a una pensión por incapacidad permanente y define los diferentes grados de esta. Puedes consultar el texto completo de la ley aquí.
Asimismo, el procedimiento para la valoración de la incapacidad está regulado por el Reglamento sobre Procedimientos para la Incapacidad Permanente (Real Decreto 1300/1995, de 21 de julio), donde se detallan los pasos que deben seguirse tanto para la evaluación clínica como para la resolución administrativa.
¿Cómo puede ayudarte Consultame.net con tu caso?
Si estás considerando solicitar el reconocimiento de una incapacidad permanente por artritis reumatoide, en Consultame.net podemos ayudarte a conectar con abogados laboralistas especializados que te asesorarán en cada paso del proceso. Contar con profesionales experimentados es fundamental para reunir la documentación necesaria, presentar la demanda adecuadamente y, en caso de ser necesario, recurrir la resolución emitida por el INSS.
Recuerda que, ante una enfermedad crónica como la artritis reumatoide, el objetivo es garantizar tu bienestar y tus derechos como trabajador. Por ello, recibir un apoyo experto puede marcar la diferencia al demostrar la repercusión que la enfermedad tiene en tu calidad de vida y tu capacidad laboral.