Despido improcedente

El despido improcedente representa una de las principales preocupaciones para trabajadores y empresarios en España. Comprender esta figura legal es esencial tanto para quienes desean proteger sus derechos laborales como para quienes buscan garantizar que sus actuaciones como empleadores se ajusten a la normativa vigente. En este artículo abordaremos todos los aspectos clave del despido improcedente: su definición, regulación, consecuencias y las opciones disponibles para las partes implicadas. Además, te indicaremos cómo buscar asesoramiento legal si te encuentras en una situación de esta naturaleza.

  • Falta de justificación legal: Un despido es improcedente si el empleador no presenta una causa válida o probada, incumpliendo la normativa laboral vigente.
  • Indemnización al trabajador: El trabajador tiene derecho a recibir una compensación económica por el daño causado, calculada según su antigüedad y salario.
  • Opción de readmisión: El empresario puede optar por reincorporar al empleado a su puesto, manteniendo sus condiciones laborales originales.
  • Rol del juez laboral: Será un juez quien declare la improcedencia del despido si no prueba la causa o el procedimiento ha sido irregular.
  • Plazo para reclamar: El trabajador dispone de 20 días hábiles desde la fecha de despido para presentar su demanda por improcedencia.
  • Carga de la prueba: Es responsabilidad del empleador acreditar que el despido fue justificado y ajustado a derecho.

¿Qué se entiende por despido improcedente?

Un despido es calificado como improcedente cuando no ha quedado acreditada la causa alegada por el empresario para justificar la terminación de la relación laboral, o bien, cuando no se han cumplido los requisitos de forma exigidos para llevarlo a cabo. Estos casos pueden darse en diferentes modalidades de despido, como el despido disciplinario o el despido objetivo.

Esta figura está regulada en los artículos 53 y 55 del Estatuto de los Trabajadores y en los artículos 108, 110, 122 y 123 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social. Si necesitas ampliar información sobre estas normativas, puedes consultarlas en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

¿Cuáles son las consecuencias del despido improcedente?

Cuando un juzgado califica un despido como improcedente, se ofrecen dos alternativas al empresario:

  • Readmitir al trabajador: Esta decisión exige reincorporar al empleado en las mismas condiciones que regían antes del despido y abonar los salarios dejados de percibir desde la fecha de despido hasta la notificación de la sentencia.
  • Indemnizar al trabajador: En este caso, el empresario debe pagar una indemnización que dependerá de las fechas concretas de los periodos trabajados:
    • Hasta el 12 de febrero de 2012: 45 días de salario por año trabajado, con un máximo de 42 mensualidades.
    • A partir del 13 de febrero de 2012: 33 días de salario por año trabajado, con un tope de 24 mensualidades.

Si el empresario no ejerce esta elección en el plazo de cinco días, se entiende que opta por la readmisión del trabajador.

Particularidades en relación con representantes legales de los trabajadores

En el caso de representantes legales de los trabajadores o delegados sindicales, la elección entre la readmisión o la indemnización no recae en el empresario, sino en el propio trabajador. Este aspecto está regulado en el artículo 112 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social, que señala que, de no optar el trabajador por ninguna de las alternativas, se entenderá que elige la readmisión.

¿Cómo se tramita el despido improcedente?

Un trabajador que considere que ha sido despedido de manera improcedente debe actuar con rapidez, ya que el plazo para impugnar el despido es de 20 días hábiles desde la fecha de efectos del despido. El procedimiento se desarrolla en las siguientes fases:

  1. Presentación de la papeleta de conciliación: Es un requisito previo obligatorio que debe dirigirse al Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) correspondiente. En esta etapa, se busca alcanzar un acuerdo entre el trabajador y el empresario.
  2. Interposición de demanda ante el Juzgado de lo Social: Si no hay acuerdo en el acto de conciliación, el trabajador podrá presentar una demanda. Este proceso se desarrollará ante el juzgado correspondiente en base a la localización del puesto de trabajo o el domicilio social del empresario.

Diferencias entre despido improcedente y despido nulo

El despido improcedente no debe confundirse con el despido nulo, ya que las diferencias son significativas, tanto en los fundamentos como en las consecuencias:

  • Despido improcedente: Tiene lugar cuando no se han cumplido los requisitos legales o no queda demostrada la causa del despido. El empresario puede optar entre la readmisión o indemnizar al trabajador.
  • Despido nulo: Se produce cuando el despido tiene causas discriminatorias o cuando vulnera derechos fundamentales del trabajador. Esto implica la readmisión inmediata del empleado, junto al abono de los salarios no percibidos.

Salarios de tramitación: ¿quién los asume?

En caso de que la sentencia que declare el despido como improcedente exceda los 90 días hábiles desde la presentación de la demanda, el empresario podrá reclamar al Estado los salarios de tramitación correspondientes al periodo que exceda dicho plazo. Este derecho incluye también el importe de las cotizaciones sociales correspondientes.

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