Delito informático

El término delito informático abarca una amplia variedad de acciones ilícitas cometidas a través de dispositivos electrónicos o usando tecnologías de la información. Aunque comúnmente se atribuye a internet la mayor parte de estas actividades delictivas, lo cierto es que también pueden tener lugar fuera de la red. Con el avance de las tecnologías, este tipo de ilícitos ha evolucionado drásticamente, creando situaciones jurídicas complejas que requieren de un tratamiento especial y pericia especializada para su resolución.

¿Qué es un delito informático?

En el ámbito jurídico español, un delito informático no está categorizado como tal de forma independiente en el Código Penal, sino que se regula a través de diversos artículos relacionados con el uso indebido de tecnologías. Como tal, este concepto engloba cualquier acto ilícito en el que se haga uso de dispositivos electrónicos como ordenadores, teléfonos móviles u otros sistemas informáticos para vulnerar derechos, causar daños o cometer fraudes.

España, en línea con la normativa internacional, ha adaptado progresivamente su legislación ante el incremento de este tipo de delitos. Cabe destacar que, dada su naturaleza, estos ilícitos presentan características complejas que complican su detección y persecución por parte de las autoridades, tal como la transnacionalidad de los actos o el anonimato que brindan las herramientas tecnológicas.

Clasificación de los delitos informáticos según la legislación española

La Instrucción 2/2011, de 11 de octubre, de la Fiscalía General del Estado, se convierte en referente al abordar la criminalidad informática en España. En ella, los delitos informáticos se agrupan en tres categorías principales:

1. Delitos que tienen como objetivo los sistemas informáticos

Esta categoría incluye los actos delictivos cuyo principal objetivo son los dispositivos informáticos o los sistemas en sí mismos. Por ejemplo:

  • Delitos de sabotaje informático: contemplados en el artículo 264 del Código Penal, incluyen ataques de denegación de servicio o daños perpetrados contra sistemas de información.
  • Acceso no autorizado: el uso sin consentimiento a datos, programas o sistemas informáticos está regulado en el artículo 197.3.
  • Revelación de secretos: dicha actividad ilícita, tanto personal como empresarial, está prevista en los artículos 197 y 278 del Código Penal.

2. Delitos en los que la informática es el medio para delinquir

En esta categoría, el infractor utiliza herramientas tecnológicas para llevar a cabo actividades ilícitas, como:

  • Estafas digitales: contemplan prácticas como el phishing o el robo de información de tarjetas bancarias, reguladas en el artículo 248 del Código Penal.
  • Delitos contra la propiedad intelectual: actividades ilegales relacionadas con derechos de autor y contenidos digitales se encuentran estipuladas en el artículo 270.

3. Delitos de elevada complejidad técnica

Estos delitos requieren conocimientos especializados para su comisión y pueden incluir:

  • Falsificación documental: cuando involucra tecnologías digitales, se regula bajo el artículo 390.
  • Amenazas y extorsiones: especialmente aquellas cometidas a través de redes sociales, contempladas en el artículo 169 del Código Penal.

Ejemplos comunes de delitos informáticos en España

Con la expansión del uso de tecnologías, ciertos tipos de prácticas ilegales digitales se han vuelto más prevalentes. Algunos de los ejemplos más frecuentes en el territorio español son:

Fraudes online

Incluyen desde la venta de productos inexistentes en plataformas virtuales hasta el robo de credenciales bancarias mediante técnicas avanzadas como el phishing. Este tipo de delitos puede tener consecuencias económicas devastadoras para la víctima.

Acoso cibernético

El acceso generalizado de menores a dispositivos conectados ha fomentado un aumento en conductas como el grooming o el ciberbullying, situaciones de grave impacto personal y emocional.

Filtración y uso indebido de información

Este delito consiste en el acceso y posterior difusión no autorizada de información confidencial, ya sea de carácter personal o corporativo, violando derechos fundamentales de los afectados.

Amenazas y chantajes

Especialmente en el contexto de las redes sociales, las víctimas pueden ser coaccionadas para realizar actos específicos bajo la amenaza de divulgar información sensible o perjudicial.

Pasos esenciales para denunciar un delito informático

Si has sido víctima de un delito de estas características, es importante que tomes medidas adecuadas para que las autoridades competentes puedan actuar. A continuación, detallamos el procedimiento recomendado:

  1. Recopilar evidencias: Se debe conservar todo el material probatorio posible, como correos electrónicos sospechosos, capturas de pantalla, registros de conversaciones y cualquier otro documento que demuestre el delito.
  2. Presentar una denuncia formal: Acudir a las fuerzas de seguridad públicas, como la Policía Nacional o la Guardia Civil, para registrar una denuncia. En ella, se deben detallar los acontecimientos y adjuntar la documentación relevante.
  3. Consultar a un perito informático: En casos más complejos, se recomienda contar con un análisis técnico por parte de un experto para sustentar la denuncia.
  4. Solicitar asistencia jurídica: Contar con el acompañamiento de un abogado penalista especializado es fundamental. En Consultame.net, puedes encontrar profesionales capacitados y con experiencia en la gestión de delitos informáticos.

El impacto de los delitos informáticos no solo afecta en términos materiales sino que también puede generar un entorno de inseguridad y desconfianza para los perjudicados. Por ello, contar con apoyo jurídico especializado y actuar rápidamente son factores determinantes para lograr soluciones efectivas frente a estos delitos.

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