La usura es una práctica financiera que se caracteriza por el cobro de intereses notablemente elevados en los préstamos, de forma desproporcionada en relación con las circunstancias económicas del prestatario o con los estándares de mercado. En España, la usura no solo afecta directamente a los derechos de los consumidores al someterlos a condiciones injustas, sino que también constituye una figura jurídica con consecuencias legales específicas. Este artículo analiza en profundidad qué es la usura, cómo se regula en el marco legal español y qué opciones tienen los afectados para reclamar.
- Práctica ilícita o abusiva: La usura implica cobrar intereses desproporcionados o excesivos en préstamos, lo que se considera una conducta abusiva y contraria a la ética.
- Regulación por ley: En España, la Ley de Usura regula y sanciona la imposición de intereses que resulten notablemente superiores al promedio del mercado.
- Protección al consumidor: La normativa sobre usura busca proteger a quienes solicitan crédito frente a prácticas depredadoras o condiciones injustas.
- Elemento de desproporción: Se considera usurario un préstamo cuando sus condiciones económicas no guardan proporción con la legalidad o resultan leoninas.
- Contexto de necesidad: Muchas veces, la usura se aprovecha de aquellos que están en situaciones de vulnerabilidad económica o financiera.
- Nulidad del contrato: Los acuerdos considerados usurarios pueden ser declarados nulos por los tribunales, protegiendo así al prestatario de la carga indebida.
¿Qué es la usura y cómo está regulada en España?
En el contexto jurídico español, la usura se encuentra regulada por la Ley de 23 de julio de 1908, sobre nulidad de los contratos de préstamos usurarios, conocida también como Ley Azcárate. Según el artículo 1 de esta normativa, un contrato de préstamo será considerado usurario y, por tanto, nulo cuando en él se estipule un interés «notablemente superior al normal del dinero» y «manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso».
Además, el artículo establece que también se considerará usurario cuando el prestatario suscriba el contrato en condiciones extremas, como una situación de angustia, un estado de inexperiencia o limitación de sus facultades mentales. Sin embargo, este último punto no es imprescindible para declarar un préstamo como usurario; basta con que concurran los elementos objetivos recogidos en la ley.
En caso de declararse la nulidad de un contrato de préstamo por usura, el artículo 3 de la Ley Azcárate dispone que el prestatario deberá devolver solamente el capital recibido, sin que sean exigibles los intereses inicialmente pactados. El texto completo de esta normativa puede consultarse en el sitio oficial del Boletín Oficial del Estado (BOE), accediendo a través de este enlace a la Ley de 23 de julio de 1908.
Elementos para identificar un préstamo usurario
Determinar si un contrato de préstamo incurre en usura requiere el análisis de ciertos elementos clave definidos por la legislación y la jurisprudencia:
- Exceso de interés respecto al normal del mercado: Para calificar un préstamo como usurario, el interés pactado debe superar significativamente el tipo medio que se considere habitual para ese tipo de producto financiero.
- Motivación desproporcionada: El interés pactado debe ser injustificable en función de las circunstancias concretas: condiciones del prestatario y del mercado financiero.
- Carácter leonino: Se entenderá que un préstamo resulta leonino cuando su cláusula de intereses resulte abusiva o someta a la parte deudora a imbalances económicos extremos.
La interpretación de estos elementos ha sido objeto de diversas sentencias, reiterándose la importancia del uso de valores comunes de mercado, como los datos publicados por el Banco de España sobre tipos medios de interés para productos financieros específicos.
Sentencias relevantes sobre usura
En España, la jurisprudencia del Tribunal Supremo ha desempeñado un papel crucial para aclarar qué se entiende por usura. Especialmente esclarecedoras han sido las sentencias 628/2015, de 25 de noviembre, y 149/2020, de 4 de marzo:
- En la Sentencia 628/2015, el Tribunal Supremo determinó que el interés comparativo para identificar si un préstamo es usurario no es el interés legal del dinero, sino el interés normal o medio correspondiente al tipo de producto, considerando las estadísticas disponibles del Banco de España.
- En la Sentencia 149/2020, el Alto Tribunal reafirmó la necesidad de contextualizar los márgenes aplicados a los productos financieros. En el caso de tarjetas revolving, estableció que la TAE pactada se considerará usuraria si supera significativamente el interés medio en productos de similar naturaleza, según las tablas publicadas por el Banco de España.
Consecuencias legales de un préstamo usurario
Cuando un tribunal declara un préstamo como usurario, dicho contrato queda directamente afectado por la nulidad que dispone la Ley Azcárate. En este caso:
- El prestatario solo estará obligado a devolver el importe principal recibido, sin los intereses estipulados en las cláusulas del contrato.
- Si ya se hubiesen abonado cantidades por intereses o comisiones que exceden el capital prestado, el prestamista estará obligado a devolver el excedente al prestatario.
- Incluso podrán reclamarse otros gastos asociados al contrato, como comisiones o seguros añadidos de forma innecesaria, siempre que estén relacionados con el crédito o préstamo declarado nulo.
Distinción entre usura e intereses abusivos
Aunque están relacionados, los conceptos de usura e intereses abusivos no son equivalentes. Mientras que la usura se centra en los intereses remuneratorios (aquellos que se pagan por el uso del dinero prestado), los intereses abusivos suelen referirse a los intereses moratorios (cobrados como penalización por incumplimiento de pago).
Esta distinción es fundamental a la hora de plantear reclamaciones legales, ya que el control judicial sobre la usura afecta únicamente al tipo de interés remuneratorio pactado en origen.
Tarjetas revolving y usura: situación particular
Uno de los productos más representativos y frecuentemente relacionados con la usura es el de las tarjetas revolving. Estas tarjetas permiten aplazar pagos mediante cuotas periódicas, pero suelen implicar intereses extremadamente elevados. Desde la Sentencia 628/2015, y especialmente con la Sentencia 258/2023 del Tribunal Supremo, se ha clarificado el criterio para identificar la usura en estos casos.
Según esta última sentencia, se considerará usurario un contrato de tarjeta revolving cuando la TAE del contrato supere en 6 puntos porcentuales el interés medio del mercado para este tipo de productos en el momento de su contratación. La TAE debe ser comparada con el índice TEDR (Tipo Efectivo de Definición Restringida) publicado por el Banco de España.
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Cómo reclamar si estás afectado por usura
Los consumidores afectados por condiciones usurarias tienen derecho a iniciar procedimientos legales para solicitar la anulación de los contratos de préstamo y recuperar las cantidades abonadas en exceso. No existe un plazo de prescripción para estas reclamaciones, tal como confirmó el Tribunal Supremo en su Sentencia 539/2009. Por tanto, se pueden reclamar préstamos usurarios tanto vigentes como ya cancelados.
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