En el mundo jurídico, la reclamación de cantidad es una solución a la que recurren empresas, autónomos y particulares cuando otra parte no cumple con sus obligaciones económicas. Este instrumento tiene como finalidad exigir el pago de una deuda de manera formal y, en caso de ser necesario, hacerlo a través de los tribunales. Saber cómo actuar frente a situaciones de impago es fundamental para garantizar tus derechos y evitar la prescripción de la deuda. En Consultame.net te ayudamos a entender los pasos a seguir y ponemos a tu disposición abogados expertos para resolver tu caso.
¿Qué es una reclamación de cantidad?
La reclamación de cantidad es el proceso mediante el cual un acreedor solicita el pago de una deuda pendiente. Esta puede originarse por distintas causas: incumplimientos contractuales, impago de facturas, deudas de alquiler, salarios impagados, entre otros. Principalmente, debe tratarse de una deuda que sea líquida, vencida y exigible.
En otras palabras, debe tratarse de una cantidad de dinero específica (líquida), cuyo plazo de pago ya haya vencido (vencida) y que el acreedor tenga derecho a exigir (exigible). A partir de aquí, el procedimiento puede enfocarse en dos vías: la extrajudicial, mediante negociaciones directas, o la judicial, donde intervienen los tribunales.
Aspectos básicos antes de iniciar una reclamación judicial
Antes de acudir a los tribunales, conviene realizar ciertas acciones que mejorarán las posibilidades de éxito en el procedimiento. Entre ellas, destacan:
1. Consultar con un abogado especializado
Un abogado experto en reclamaciones de cantidad analizará tu caso y te aportará seguridad jurídica. Este profesional es capaz de delimitar los costes del proceso, valorar la viabilidad de tu reclamación e identificar la estrategia más apropiada según las circunstancias de la deuda.
2. Reunir la documentación necesaria
Para iniciar una reclamación eficaz, se requiere de pruebas sólidas que acrediten la deuda. Algunos documentos clave incluyen contratos, facturas impagadas, correos electrónicos o cualquier otro acuerdo formal que demuestre la relación jurídica entre las partes.
3. Comprobar si la deuda está dentro del plazo de prescripción
Es importante asegurarse de que la deuda aún puede reclamarse debido a que, según el Código Civil (artículo 1964), las acciones personales que no tienen un plazo especial prescriben en cinco años desde el momento en que la obligación es exigible. Sin embargo, este periodo puede variar en función de la naturaleza de la obligación.
- Facturas de suministros (electricidad, gas, telefonía): 3 años.
- Impago de alquileres: 5 años.
- Deudas con la Seguridad Social o Hacienda: 4 años.
- Tarjetas de crédito impagadas: 5 años.
Recuerda que acciones como enviar un burofax o una carta reclamando el importe pueden interrumpir el plazo de prescripción, otorgando más tiempo para actuar.
Procedimientos judiciales para la reclamación de cantidad
Cuando no es posible resolver la deuda de forma amistosa, es imprescindible recurrir a la justicia civil. La Ley de Enjuiciamiento Civil (Ley 1/2000) regula los pasos y procedimientos aplicables en estos casos. Los principales procesos judiciales son:
1. Juicio monitorio
El juicio monitorio es el procedimiento más rápido y sencillo para reclamar deudas líquidas, vencidas y exigibles. Para iniciarlo, solo es necesario presentar un escrito ante el juzgado acompañado de pruebas documentales que acrediten la deuda (facturas, albaranes, contratos, etc.).
Una vez admitida la solicitud, el juez requerirá al deudor para que pague en un plazo de 20 días. Si el deudor no responde o se opone, el procedimiento podrá convertirse en un juicio ordinario o verbal, según la cuantía.
2. Juicio ordinario
Este procedimiento es aplicable para reclamaciones que superen los 6.000 euros o cuando la deuda tenga una naturaleza compleja. En el juicio ordinario se presenta una demanda ante el juzgado, y el demandado tiene derecho a contestarla dentro de los 20 días siguientes. Tras este periodo, puede celebrarse una vista oral para practicar pruebas y exponer argumentos.
3. Juicio verbal
El juicio verbal se utiliza para deudas inferiores a 6.000 euros. Es un procedimiento más ágil, ya que no requiere una audiencia previa. Tanto el demandante como el demandado pueden exponer sus argumentos directamente en la vista. Si bien no es obligatorio contar con abogado para reclamar menos de 2.000 euros, se recomienda su asistencia para asegurar la defensa de tus derechos.
4. Proceso cambiario
Si la deuda está representada en documentos como letras de cambio, pagarés o cheques, el proceso cambiario es el procedimiento específico para este tipo de reclamaciones. Este proceso permite solicitar al tribunal el pago inmediato y el embargo preventivo de bienes del deudor.
Calcular el coste y los intereses derivados de la deuda
Además del principal reclamado, el acreedor podrá exigir:
- Intereses de demora: Estos se devengan desde el momento en el que el deudor incumple su obligación.
- Intereses procesales: Se generan en caso de que el deudor todavía no pague tras dictarse sentencia condenatoria.
- Costas judiciales: Si la deuda asciende a más de 2.000 euros y el juez condena al deudor en costas, será este quien asuma los gastos del procedimiento (abogado, procurador, etc.).
¿Qué hacer si el deudor no cumple con la sentencia?
Incluso si el juez dicta una sentencia favorable, existen casos en los que el deudor se niega a pagar. En estas situaciones, es necesario instar un procedimiento de ejecución. Mediante el proceso ejecutivo, el tribunal podrá embargar los bienes del deudor para garantizar el cobro de la cantidad adeudada. Entre estos bienes pueden incluirse cuentas bancarias, salarios y propiedades.
En cada fase del procedimiento, el acompañamiento de abogados expertos es fundamental. Si necesitas asesoramiento o iniciar un proceso de reclamación de cantidad, nuestro equipo en Consultame.net está preparado para brindarte el apoyo legal que necesitas.