Autónomo societario

El término autónomo societario hace referencia a aquella persona que trabaja por cuenta propia pero lo hace a través de la constitución de una sociedad mercantil. Esta figura es habitual en España para aquellos profesionales o emprendedores que desean limitar su responsabilidad patrimonial y gestionar su actividad con las ventajas asociadas a tener una estructura societaria. Sin embargo, esta modalidad tiene sus particularidades legales, fiscales y administrativas que deben conocerse antes de tomar cualquier decisión.

  • Figura híbrida: Combina características del trabajo autónomo con actividades empresariales realizadas a través de una sociedad.
  • Necesidad de alta laboral: Los administradores societarios que ejercen funciones ejecutivas deben darse de alta como autónomos en la Seguridad Social.
  • Régimen Especial: Se encuadran en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), no en el régimen general de asalariados.
  • Compatibilidad socio-trabajador: Es posible ser socio y a la vez gestionar o trabajar activamente en la sociedad.
  • Fiscalidad específica: Deben declarar ingresos personales y societarios, pudiendo tener implicaciones fiscales complejas.
  • Protección reducida: Tienen menos derechos laborales que los empleados por cuenta ajena, como desempleo o indemnizaciones.

¿Qué es un autónomo societario?

Un autónomo societario es, en esencia, un profesional por cuenta propia que ha constituido una sociedad mercantil para desarrollar su actividad. La modalidad de sociedad más común en estos casos es la Sociedad de Responsabilidad Limitada (SL) o Sociedad Limitada Unipersonal (SLU).

La principal característica que distingue al autónomo societario de un autónomo tradicional es la limitación de su responsabilidad. Mientras que el autónomo convencional responde con todo su patrimonio personal ante deudas derivadas del ejercicio de su actividad, el autónomo societario limita esta responsabilidad al capital social de la empresa.

¿Cómo se configura el autónomo societario dentro de la normativa española?

En el caso del autónomo societario, la normativa que regula esta figura está vinculada principalmente al Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, que aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social. Según lo dispuesto en su artículo 305, están obligados a cotizar en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) los socios que posean un porcentaje determinado del capital social y ejerzan funciones directivas o gerenciales.

Diferencias entre autónomo y autónomo societario

Es importante entender las diferencias esenciales entre ambas figuras dado que cada una ofrece ventajas e inconvenientes dependiendo de la situación particular del profesional.

Alta como autónomo tradicional

Darse de alta como trabajador autónomo implica tramitar la inscripción mediante el modelo 036 o 037 en Hacienda, y la forma TA.0521 en la Seguridad Social. Este proceso resulta rápido y económico, lo que puede ser ideal para quienes están comenzando su actividad y buscan comenzar con un esquema sencillo.

Como contrapartida, el autónomo responde con todo su patrimonio personal frente a posibles deudas derivadas del desarrollo de su actividad. Otra diferencia notable es que los trabajadores autónomos pueden beneficiarse de la tarifa plana, facilitando el pago reducido de sus cotizaciones sociales en sus primeros años de actividad.

Alta como autónomo societario

El autónomo societario, en cambio, requiere la constitución de una sociedad mercantil y, por lo tanto, la ejecución de procesos legales más complejos, como el registro de la empresa en el Registro Mercantil, la elaboración de sus estatutos sociales y otros trámites notariales.

Uno de los aspectos diferenciadores es que el autónomo societario no puede disfrutar de beneficios como la tarifa plana en sus cotizaciones. Esto deriva en una cuota más elevada a la Seguridad Social respecto a los autónomos tradicionales.

Condiciones para ser considerado autónomo societario

Según la legislación española, una persona estará obligada a registrarse como autónomo societario si se cumplen ciertos requisitos relacionados con su porcentaje de participación en la sociedad y su rol dentro de la misma. Dichas condiciones se resumen en los siguientes supuestos:

  • Poseer al menos un 25% del capital social y ejercer funciones de dirección o gerencia en la empresa.
  • Poseer al menos un 33% del capital social y trabajar activamente en la sociedad.
  • No poseer participación en el capital, pero convivir con un socio que tenga un 50% o más del capital social, siempre que se trabajen en la empresa.

¿Qué sucede con los socios sin funciones directivas o sin participación activa?

En casos donde el socio no ejerza funciones directivas o no posea un control efectivo sobre la sociedad, no será necesario cotizar en el RETA, siempre que tampoco perciba una remuneración regular por su trabajo en la empresa.

Aspectos impositivos y facturación del autónomo societario

Un autónomo societario tiene la obligación de emitir facturas por sus servicios profesionales prestados a nombre de la empresa, especialmente si estos se realizan de forma independiente y ajenos al control organizacional de la sociedad. En este caso, las facturas incluirán IVA, salvo que se trate de actividades exentas definidas por la normativa tributaria.

Si el trabajo se realiza en nombre de la sociedad, bajo los parámetros organizativos de esta y con una remuneración fija, las facturas podrán ser emitidas sin IVA. Es clave analizar cada situación para cumplir con la normativa vigente y evitar sanciones.

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El autónomo societario, sin duda, representa una figura legal interesante para aquellos que desean emprender con la solidez de una sociedad mercantil pero con el control propio de un autónomo. Sin embargo, el marco legal, particularmente en lo relativo a cotizaciones y facturación, exige atención. No tomar en cuenta estas particularidades puede conllevar consecuencias económicas o legales inesperadas. En Consultame.net, contamos con abogados expertos en derecho mercantil que te ayudarán a analizar tu caso y tomar las medidas más adecuadas para tu realidad profesional.

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