Acción posesoria

La acción posesoria es un mecanismo legal diseñado para proteger el derecho a la posesión de una persona física o jurídica sobre un bien mueble o inmueble frente a interferencias de terceros. Este procedimiento, regulado en el ámbito del Derecho Civil español, se sustenta en el reconocimiento de la posesión como un interés jurídico autónomo que debe ser respetado y amparado. A través de esta acción, el poseedor, independientemente de si es propietario o no, puede solicitar que se rectifiquen perturbaciones o se le restituya su posesión en casos de despojo ilegítimo.

¿Qué es la acción posesoria y cuál es su finalidad?

La acción posesoria es un recurso legal destinado a proteger el derecho de una persona a la posesión de un bien. A diferencia de otros procedimientos como la acción reivindicatoria, este no tiene como objetivo declarar la propiedad, sino únicamente garantizar el derecho a la posesión. Según el Código Civil español, concretamente en el artículo 446, «todo poseedor tiene derecho a ser respetado en su posesión; y, si fuere inquietado en ella, deberá ser amparado o restituido en dicha posesión por los medios que las leyes de procedimiento establecen».

Esta regulación es especialmente relevante en situaciones de conflicto de posesión, como despojo o perturbación por parte de terceros. Además, no se limita únicamente al propietario del bien, ya que permite a cualquier persona que tenga un título legítimo de posesión (por ejemplo, un arrendatario o un usufructuario) ejercerla en caso de ser afectada su posición.

¿Cómo funciona la acción posesoria según el ordenamiento jurídico español?

1. Procedimiento civil y tribunales competentes

La acción posesoria debe iniciarse mediante la interposición de una demanda ante los tribunales de la jurisdicción civil. En general, la competencia territorial corresponde al juzgado de primera instancia donde se encuentra ubicado el bien objeto de la controversia. Un aspecto relevante de este procedimiento es que tiene carácter sumario, lo que significa que suele resolverse de forma ágil para garantizar la protección inmediata de los derechos posesorios del demandante.

2. Obligación de probar la posesión

El demandante en una acción posesoria está obligado a probar la posesión efectiva sobre el objeto del litigio. Esto puede lograrse mediante documentos legales, contratos, testigos o cualquier otro elemento de prueba admitido en derecho que demuestre su calidad de poseedor legítimo. Por su parte, el demandado no está obligado a probar su posición, salvo que ejerza una acción reconvencional.

Tipos de acciones posesorias

El Código Civil español contempla distintas vías de protección posesoria, entre las que destacan:

1. Interdictos posesorios

Los interdictos son mecanismos judiciales cuyo objetivo es resolver conflictos de posesión de manera rápida y efectiva. Estos se dividen principalmente en dos tipos:

  • Interdicto de retener la posesión: Sirve para proteger al poseedor frente a perturbaciones continuas en el ejercicio de su derecho posesorio.
  • Interdicto de recobrar la posesión: Se utiliza para restituir la posesión que ha sido arrebatada de forma ilícita.

2. Acción de desahucio por precario

Esta acción está dirigida a recuperar la posesión de un bien inmueble de la que el demandante ha sido privado por una ocupación ilegítima y a título gratuito, como sucede en casos de ocupación por parte de terceros (como en casos de «okupas»).

3. Acción posesoria vinculada a derechos reales

En situaciones en las que la posesión está asociada al ejercicio de un derecho real (como un usufructo o una servidumbre), la acción posesoria también puede ser llevada a cabo para garantizar el disfrute íntegro de dichos derechos por parte del poseedor.

Requisitos y plazos de prescripción de la acción posesoria

El derecho español exige ciertos requisitos para la procedencia de una acción posesoria, entre los que podemos destacar los siguientes:

1. Posesión pacífica y continua

La posesión que se pretende proteger debe haberse adquirido de forma pacífica, sin actos de fuerza ni enfrentamiento con el propietario u otros poseedores. Asimismo, dicha posesión debe haberse ejercido de manera continua al menos durante un año previo a la interposición de la demanda.

2. Ejercicio dentro del plazo estipulado

La acción posesoria está sujeta a un plazo de prescripción de un año, contado a partir del momento en que se produce la perturbación o despojo. Este periodo es improrrogable, por lo que es esencial actuar con celeridad para no perder el derecho a reclamar judicialmente.

Diferencias entre acción posesoria y acción reivindicatoria

A menudo, se generan confusiones entre la acción posesoria y la acción reivindicatoria. Sin embargo, es importante comprender que ambas tienen objetivos diferentes:

  • Acción posesoria: Tiene como meta proteger la posesión de un bien, independientemente de si el poseedor es propietario o no. Su objetivo es detener perturbaciones o restituciones ilegítimas.
  • Acción reivindicatoria: Busca reclamar la propiedad de un bien en casos en los que el propietario ha sido privado de su posesión. Requiere demostrar la titularidad del derecho de propiedad sobre el bien objeto del litigio.

En el marco del sistema legal español, la acción posesoria provee una herramienta esencial para preservar el orden jurídico frente a conflictos en materia de posesión. En Consultame.net, entendemos que cada situación puede requerir un enfoque especializado y ofrecemos acceso a abogados expertos en derecho inmobiliario que pueden ayudarte a ejercer tu derecho de forma efectiva y bajo la normativa vigente. Si buscas amparo legal o necesitas asesoramiento, no dudes en consultar con profesionales que te guíen a lo largo de este proceso judicial.

Artículos relacionados