En España, los contratos de arrendamiento de renta antigua están regulados por normativa específica, y su duración puede prolongarse indefinidamente siempre que no ocurra alguna de las causas legales para poner fin al contrato. No obstante, el propietario puede solicitar la extinción del contrato en determinadas circunstancias establecidas en la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964 (en su redacción original, aplicable a estos contratos). De esta forma, es esencial conocer cuáles son los motivos por los que se puede poner fin a un contrato de renta antigua, para actuar dentro del marco legal y evitar conflictos judiciales innecesarios.
¿Qué es un inquilino de renta antigua?
Antes de profundizar en los motivos por los cuales se puede desalojar a un inquilino de renta antigua, conviene aclarar quiénes están bajo este régimen. Generalmente, se consideran inquilinos de renta antigua aquellos arrendatarios cuyos contratos fueron firmados antes de la entrada en vigor de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994 (LAU), estando sujetos a la normativa previa de 1964. Estos arrendamientos se caracterizan por rentas muy bajas y una prolongación indefinida de la duración del contrato, salvo que operen excepciones legales.
¿Cuándo se puede echar a un inquilino de renta antigua?
El propietario puede solicitar la resolución del contrato de renta antigua solo en los casos fijados expresamente por la normativa vigente. A continuación, desglosamos las principales causas que permiten extinguir un arrendamiento de este tipo:
1. Necesidad de uso de la vivienda por el propietario
Uno de los motivos más comunes es que el propietario o su cónyuge necesiten ocupar la vivienda arrendada como residencia habitual. Según el artículo 62 de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1964, es necesario que se acredite dicha necesidad y que se cumplan los requisitos previstos para ello.
2. Falta de ocupación de la vivienda
Un contrato de renta antigua puede ser rescindido si se demuestra que la vivienda lleva un tiempo sin ser ocupada de manera habitual por el inquilino o por las personas que convivían con él al momento de firmar el contrato. Este motivo suele requerir prueba fehaciente y es objeto de litigio frecuente.
3. Causas de expropiación o ruina
En algunos casos, las circunstancias externas pueden justificar la resolución del contrato de renta antigua. La declaración oficial de ruina del edificio o la expropiación forzosa por parte de la Administración son criterios válidos. Según el artículo 114 de la normativa aplicable, en estos supuestos, se extingue automáticamente el contrato.
4. Falta de pago del alquiler o de los gastos asociados
El impago de la renta, de los suministros o de cualquier gasto relacionado con el arrendamiento es otra razón válida para el desahucio. Es fundamental que se haya requerido previamente al inquilino el cumplimiento de su obligación de pago y este no haya atendido dicho requerimiento.
5. Subarrendamientos no autorizados
Si el inquilino subarrienda total o parcialmente la vivienda sin autorización previa y escrita del propietario, el contrato puede ser resuelto. Adicionalmente, si se establece un precio por el subarriendo superior al permitido por la normativa, esto también será causa suficiente para poner fin al arrendamiento.
6. Cambio en el uso de la vivienda
Convertir la vivienda en un local comercial o darle un uso distinto al previsto originalmente también infringe los términos establecidos en un contrato de renta antigua. Esta situación puede derivar en la extinción del contrato.
7. Actividades ilícitas o molestas
El desarrollo de actividades insalubres, peligrosas o molestas en el inmueble constituye una causa más para resolver el contrato. Esto incluye, por ejemplo, la realización de obras no autorizadas que afecten al estado de la vivienda o actividades que contravengan la legalidad.
En definitiva, a pesar de las particularidades de los contratos de renta antigua, el propietario tiene herramientas legales para actuar en casos en los que se vulnere la normativa o se den circunstancias excepcionales. Sin embargo, es fundamental que todos los pasos se realicen con la debida base legal para evitar complicaciones en caso de acudir a un procedimiento judicial. Si necesitas más información sobre este tema, así como asesoramiento técnico especializado, en Consultame.net contamos con abogados especializados en arrendamientos que pueden ayudarte a resolver tus dudas y gestionar cualquier caso relacionado con contratos de renta antigua.