Al planificar el futuro y organizar nuestros bienes, uno de los aspectos legales más importantes es la preparación de un testamento. En España, el testador cuenta con varias opciones para otorgar este documento, entre las cuales destacan el testamento abierto y el testamento cerrado. Ambos tienen características específicas que cumplen con normativas recogidas en el Código Civil Español, concretamente en los artículos 676 a 743. Pero ¿cuál es la diferencia entre ellos? En este artículo, resolveremos todas tus dudas.
- Publicidad del testamento: El testamento abierto es conocido por el notario y testigos, mientras que el cerrado permanece en secreto hasta su apertura oficial.
- Confidencialidad: El testamento cerrado ofrece mayor privacidad, ya que el contenido solo lo conoce el testador hasta su lectura oficial.
- Formalidades: El testamento abierto se redacta y firma en presencia del notario, mientras que el cerrado está sellado y herméticamente protegido.
- Riesgos de invalidez: El testamento cerrado puede correr más riesgos de ser declarado nulo si no cumple estrictamente con las formalidades legales.
- Accesibilidad: El contenido del testamento abierto puede consultarse fácilmente tras el fallecimiento, mientras que el cerrado requiere un proceso adicional de apertura.
- Simplicidad en otorgamiento: El testamento abierto resulta más sencillo de realizar por la asesoría directa del notario durante su redacción.
¿Qué es un testamento abierto?
El testamento abierto es la forma más común de otorgar un testamento en España. Este documento se realiza ante notario, quien se encarga de recibir la última voluntad del testador y plasmarla por escrito, de manera que quede constancia oficial de su contenido. Uno de los puntos más destacados de este tipo de testamento es que el testador expresa sus deseos de forma pública, bajo la supervisión del notario y, en caso de ser necesario, en presencia de testigos.
El testamento abierto proporciona varias ventajas, entre ellas:
- El asesoramiento jurídico del notario, quien garantiza que el testamento cumple con la legislación vigente y evita cualquier defecto que pueda comprometer su validez.
- Es un documento seguro y accesible, ya que se inscribe en el Registro de Últimas Voluntades tras el fallecimiento del testador.
- Es difícil de impugnar, dado que las disposiciones se toman en presencia de un profesional legal.
Requisitos para un testamento abierto
De acuerdo con el Código Civil, para que un testamento abierto sea válido, deben cumplirse ciertos requisitos:
- El testador debe ser mayor de 14 años y estar en pleno uso de sus facultades mentales.
- Debe comparecer ante el notario con su documento de identidad.
- Si el testador no puede firmar, deberá designar a una persona que lo haga en su lugar, siempre con la autorización del notario.
¿Qué es un testamento cerrado?
El testamento cerrado se caracteriza por ser un documento cuya contenido permanece en secreto. El testador lo redacta o manda a redactar, lo firma y lo entrega al notario en un sobre cerrado, sin revelar el contenido. El notario registra únicamente que dicho testamento ha sido entregado, pero no tiene conocimiento del texto que contiene.
En caso de fallecimiento del testador, el notario abrirá el testamento cerrado ante los testigos y procederá a su lectura para dar validez a las disposiciones en él contenidas, siempre que cumpla con los requisitos exigidos por ley.
Algunas características del testamento cerrado son:
- Permite al testador mantener sus últimas voluntades en estricta confidencialidad.
- El documento debe ser abierto y leído únicamente tras el fallecimiento del testador.
- Exige un proceso más controlado y puede requerir mayores formalidades en determinados casos.
Requisitos para un testamento cerrado
Al igual que en el caso del testamento abierto, el Código Civil regula los requerimientos del testamento cerrado, detallados principalmente en los artículos 706 y siguientes:
- Debe ser redactado, firmado y entregado al notario en presencia de testigos si la ley lo requiere.
- El sobre debe estar sellado y firmado por el testador.
- El notario deberá sellar y autenticar el exterior del sobre asegurando que corresponde a un testamento cerrado.
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¿Qué opción es mejor? Diferencias clave a considerar
La principal diferencia entre un testamento abierto y uno cerrado es, sin lugar a dudas, la publicidad del contenido. El testamento abierto es más transparente y aconsejable para aquellos que desean asesoramiento profesional al momento de estipular sus disposiciones. Por el contrario, el testamento cerrado está orientado a quienes prefieren mantener privacidad total hasta después de su fallecimiento.
En cuanto a la tramitación, el testamento abierto resulta más directo, mientras que el cerrado puede exigir pasos adicionales, como la apertura formal del sobre tras el fallecimiento, lo que puede conllevar más trámites y costes. Por ello, la elección del tipo de testamento dependerá de las necesidades y preferencias del testador.
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