Préstamo participativo

El préstamo participativo es una herramienta financiera que ha cobrado relevancia en el ámbito empresarial español por su capacidad para fomentar el crecimiento de empresas emergentes y consolidadas, sin ejercer una presión excesiva sobre su tesorería. Este tipo de financiación, caracterizado por la vinculación de su retorno a los resultados económicos de la empresa, supone una opción atractiva tanto para emprendedores como para inversores. A través de este artículo, desde Consultame.net, aclararemos los aspectos más importantes de esta figura jurídica y financiera, incluyendo su regulación, características, ventajas y recomendaciones legales.

  • Híbrido entre deuda y capital: El préstamo participativo combina características de un préstamo tradicional con elementos que lo asemejan al capital social.
  • Participación en beneficios: El prestamista recibe intereses variables en función de la evolución de los beneficios o ingresos de la empresa financiada.
  • Subordinación del crédito: En caso de insolvencia, se sitúa detrás de otros acreedores pero antes que los accionistas.
  • Flexibilidad financiera: Facilita a las empresas captar recursos sin diluir el control de los socios ni afectar su balance de manera tradicional.
  • Fiscalidad ventajosa: En España, los intereses del préstamo participativo son deducibles fiscalmente, lo que mejora su atractivo para las empresas.
  • Impulso a startups y pymes: Es una herramienta clave para financiar proyectos innovadores o en expansión con alto potencial de crecimiento.

¿Qué es un préstamo participativo?

El préstamo participativo es un mecanismo de financiación diseñado para apoyar a empresas en fases de crecimiento o consolidación. Su principal característica radica en que la remuneración del prestamista no solo contempla un interés fijo (si así se acuerda en el contrato), sino que también incluye una remuneración variable ligada a los beneficios obtenidos por la empresa prestataria.

Este instrumento constituye un híbrido entre la financiación mediante deuda tradicional y el capital propio, ya que, aunque suele tratarse como deuda, legalmente se asimila a los fondos propios de la empresa en términos mercantiles y contables. Como resultado, los préstamos participativos fomentan una mayor estabilidad financiera y no afectan negativamente la ratio de endeudamiento.

Principales características de los préstamos participativos

Para entender cómo funcionan los préstamos participativos y qué los diferencia de otros tipos de financiación, es crucial analizar sus principales características:

  1. Intereses variables vinculados a la marcha de la empresa: La remuneración del prestamista se calcula en función de la evolución económica de la empresa. Indicadores como beneficios netos, facturación o patrimonio pueden utilizarse como parámetros de cálculo.
  2. Largo plazo de amortización: Los plazos ofrecidos suelen extenderse más allá de los de los préstamos convencionales, llegando incluso a diez años o más. Esto otorga mayor flexibilidad a las empresas para su devolución.
  3. Clasificación como fondos propios: Según la normativa mercantil, los préstamos participativos se consideran parte de los fondos propios de una empresa, lo que mejora su solvencia contable.
  4. Comisiones y costes: Los costes asociados al préstamo pueden incluir comisiones de apertura o penalizaciones por cancelación anticipada, dependiendo de lo pactado entre las partes.

Regulación jurídica del préstamo participativo

En España, el marco jurídico de los préstamos participativos se encuentra contemplado en el artículo 20 del Real Decreto-Ley 7/1996, de 7 de junio, sobre medidas urgentes de carácter fiscal y de fomento y liberación de la actividad económica. Este artículo establece las principales características y funcionalidades de esta modalidad de financiación. Además, dicha normativa fue complementada por la Ley 10/1996, de 18 de diciembre, relativa a medidas fiscales urgentes.

Es importante señalar que las implicaciones fiscales, en términos de deducciones y obligaciones tributarias, también se encuentran detalladas en dichas normativas. Por ejemplo, aquellos préstamos anteriores al 20 de junio de 2014 exigieron la aplicación del Principio de Libre Competencia del antiguo artículo 16 de la Ley 43/1995.

Ventajas y desventajas de los préstamos participativos

Los préstamos participativos representan una alternativa ventajosa para las empresas en comparación con otros métodos de financiación. Sin embargo, también es importante considerar sus desventajas.

Ventajas:

  1. Flexibilidad en los pagos de intereses, que dependen de los resultados empresariales.
  2. Amortizaciones prolongadas y periodos de carencia más extensos que los de otras financiaciones.
  3. No se requiere la presentación de avales o garantías personales.
  4. Los costes financieros asociados al préstamo son deducibles en el Impuesto sobre Sociedades.
  5. Contribuyen a mejorar los ratios financieros de la empresa al ser considerados como fondos propios.

Desventajas:

  • Los tipos de interés, una vez se generan beneficios, pueden resultar más elevados en comparación con otros préstamos tradicionales.
  • Existe la obligación de destinar reservas económicas anuales para garantizar la capacidad de devolución.
  • El prestamista puede adquirir ciertos derechos de control o supervisar las decisiones estratégicas de la empresa.
  • La cancelación anticipada puede estar sujeta a penalizaciones contractuales.

¿Quiénes pueden beneficiarse del préstamo participativo?

El perfil ideal para optar a un préstamo participativo es aquel de una pequeña o mediana empresa (PYME) en busca de financiación para expansión, innovación o proyectos estratégicos. Además, los emprendedores que están iniciando su actividad económica también pueden beneficiarse notablemente debido a las características flexibles de este instrumento.

Es imprescindible que la empresa demuestre viabilidad mediante un plan de negocio sólido, con proyecciones claras sobre los beneficios futuros que podrían permitir el retorno del préstamo.

Algunos requisitos legales para acceder a un préstamo participativo

En términos generales, las entidades prestamistas solicitan los siguientes documentos y condiciones para otorgar un préstamo participativo:

  • Plan de negocio detallado: Este debe incluir información sobre el modelo de negocio, previsión de ingresos y potencial de crecimiento.
  • Solvencia financiera: Las empresas deben presentar estados financieros sólidos que acrediten una gestión adecuada, aunque sean negocios en etapas iniciales.
  • No pertenecer a sectores regulados como el financiero o inmobiliario.
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El préstamo participativo constituye una respuesta financiera innovadora y eficaz para el desarrollo empresarial. Gracias a su flexibilidad y naturaleza híbrida, no solo permite a las empresas afrontar sus necesidades de financiación inicial o expansión, sino que también contribuye a consolidar su posición en el mercado. Sin embargo, como cualquier contrato financiero, este instrumento requiere un análisis cuidadoso. Si deseas más información al respecto, en Consultame.net contamos con un equipo de abogados especialistas en derecho mercantil que pueden ayudarte a evaluar si esta alternativa es la más adecuada para tu empresa.

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